#Actualidad | Los retos que afrontarán las empresas en el año 2025

Una Reflexión Necesaria: ¿Es eficiente la legislación laboral actual?

A medida que se sucedían las reformas y las nuevas exigencias, una idea recurrente ha estado presente: lo complejo e ineficiente que resulta legislar en materia laboral sin considerar factores como el tamaño de la empresa, su volumen de negocio o las particularidades de cada sector.

Por ejemplo, ¿es razonable que un pequeño empresario del sector hostelero deba celebrar una audiencia previa al despido de un empleado sorprendido hurtando dinero de la caja? Este tipo de procedimiento, aunque garantista en su concepción, parece alejado de la realidad operativa de las pequeñas empresas.

En la práctica, lo que probablemente ocurra es que se genere una dinámica donde se reconozca la improcedencia de despidos que, desde un punto de vista fáctico y ético, podrían ser considerados justos.

Además, resulta interesante plantearse cuántos despidos disciplinarios son finalmente revertidos tras pasar por este tipo de audiencias. Este dato sería clave para valorar la utilidad real de estos procedimientos y para reflexionar sobre su efectividad y proporción.

Este tipo de situaciones también genera incertidumbre entre los empresarios, quienes ven cómo decisiones que deberían ser rápidas y directas se convierten en procesos largos y costosos, con consecuencias tanto económicas como operativas. Para las pequeñas empresas, esto puede significar un impacto negativo en su estabilidad, ya que muchas no cuentan con departamentos específicos de recursos humanos ni con asesoramiento jurídico constante.

Impacto de las nuevas exigencias en las PYMEs

Un ejemplo adicional lo encontramos en las medidas relacionadas con el despido tras el reconocimiento de un trabajador en situación de Incapacidad Permanente Total (IPT). Es evidente que las exigencias para afrontar estas situaciones tienen un impacto desigual según el tipo de empresa. Una multinacional dispone de recursos y estructuras para adaptarse a estas circunstancias, mientras que para una pequeña empresa, la gestión de estos casos puede representar un verdadero desafío.

El panorama que enfrentan las PYMEs y las microempresas es especialmente complejo. Muchas de estas entidades carecen de una estructura organizativa definida, de protocolos de actuación claros y de procesos internos adecuados para afrontar las nuevas obligaciones laborales. Esto les obliga a dedicar tiempo y recursos a tomar decisiones en un entorno marcado por la incertidumbre y los formalismos.

Además, la falta de formación específica en temas laborales hace que muchas pequeñas empresas desconozcan las implicaciones legales de sus acciones. Esto no solo aumenta el riesgo de cometer errores, sino que también genera una percepción de inseguridad jurídica que puede frenar el crecimiento de estas organizaciones.

¿Hacia dónde debería avanzar el Derecho Laboral?

Bajo nuestro punto de vista, el Derecho Laboral debería ser ágil, resolutivo, garantista y fácil de entender. Sin embargo, las reformas introducidas en 2024 han generado una sensación opuesta: incertidumbre, formalismos excesivos y conceptos indeterminados que dificultan su aplicación.

La realidad empresarial es diversa y cambiante. No es lo mismo gestionar una gran multinacional que una empresa familiar o un pequeño negocio. Por ello, las normativas laborales deberían tener en cuenta esta diversidad para garantizar un equilibrio entre los derechos de los trabajadores y la viabilidad de las empresas.

Un Derecho Laboral más práctico y adaptado a las circunstancias reales permitiría no solo una aplicación más justa, sino también una mayor aceptación por parte de empresarios y trabajadores. Este equilibrio es esencial para evitar tensiones innecesarias y promover un ambiente laboral más sano y productivo.

Retos para el futuro inmediato

El escenario que deja 2024 nos plantea varios retos para 2025. Las empresas, especialmente las pequeñas y medianas, tendrán que adaptarse a un panorama normativo que requiere mayor organización interna y un conocimiento más profundo de las obligaciones legales.

Desde nuestro despacho, consideramos que es fundamental acompañar a las empresas en este proceso, ayudándolas a establecer protocolos efectivos, gestionar los casos laborales con eficiencia y minimizar los riesgos legales.

La formación de los responsables de las empresas también será clave. Entender los cambios normativos y saber cómo implementarlos de manera efectiva puede marcar la diferencia entre enfrentar conflictos laborales recurrentes o garantizar un entorno de trabajo estable.

Otro aspecto relevante es el papel de las herramientas tecnológicas. La digitalización puede ser un aliado importante para las empresas, permitiendo gestionar de manera más eficiente procesos como la elaboración de contratos, el control de horarios o la comunicación de decisiones laborales. Sin embargo, también es necesario garantizar que estas herramientas sean accesibles para empresas de todos los tamaños y sectores.

Conclusión

En definitiva, 2024 fue un año clave para el Derecho Laboral, lleno de cambios que continuaremos analizando y gestionando en 2025. Las reformas y novedades introducidas plantean retos importantes, pero también ofrecen oportunidades para reflexionar sobre cómo construir un sistema laboral más justo, eficiente y adaptado a la realidad empresarial.

Desde nuestro despacho, seguimos comprometidos con ofrecer soluciones legales adaptadas a las necesidades de cada cliente, ayudándoles a navegar este complejo entorno con seguridad y confianza. Nuestra misión es ser un aliado estratégico para las empresas, garantizando que puedan cumplir con la normativa laboral sin dejar de lado su crecimiento y sostenibilidad.