Cerca de 30.000 asturianos quieren trabajar y no pueden, por limitaciones de salud en su desempeño laboral

LAS INCAPACIDADES LABORALES HAY QUE DEMOSTRARLAS, NO»SOLO” SUFRIRLAS

  •  La gestión inadecuada de la solicitud de incapacidades cuesta hasta 60 millones de euros al año a las arcas públicas
  • Resolver bajas prolongadas es beneficioso para pacientes, empleadores y también para el sistema de bienestar
  • La diferencia entre una incapacidad absoluta y una gran invalidez puede estar en la manera de argumentar la situación

Solo este año el despacho especializado Velázquez y Villa ha resuelto una veintena de casos de incapacidad laboral en Asturias de manera favorable para el demandante. Han sido situaciones heterogéneas que en sus primeras fases habían encontrado un cerrojazo administrativo por parte de la Seguridad Social, por lo que hubo que recurrir a la vía judicial para solventarlo.

Desde el gabinete jurídico consideran fundamental sensibilizar a la ciudadanía sobre este asunto, puesto que, en la mayoría de los casos, si las solicitudes se gestionaran adecuadamente desde un principio se resolverían como corresponde en primera instancia, sin tener que recurrir a procesos judiciales y su consecuente inversión de tiempo y dinero por parte de todos los actores involucrados. Incluidas las arcas públicas, a las que según sus cálculos se las puede llegar a cargar con hasta 60 millones de euros por este tipo de procesos, a su juicio, “evitables”.

Y es que, para lograr el reconocimiento de una incapacidad laboral, independientemente del grado, no basta con sufrir sus correspondientes limitaciones, sino que hay que argumentar adecuadamente ese derecho. Entre los casos de éxito de 2021 registrados en Velázquez y Villa está precisamente el de un enfermo con necrosis digital en las cuatro extremidades y en un antebrazo y con varias amputaciones, entre otras dolencias, que tenía reconocida una incapacidad permanente de grado absoluta cuando tenía derecho a la gran invalidez- el grado más severo de incapacidad permanente-.

Un caso similar sufrió otra paciente con problemas psíquicos, que tenía reconocida una incapacidad permanente total. Tras un proceso en que Velázquez y Villa demostró las afectaciones de su dolencia -trastorno depresivo recurrente, trastorno de pánico con agorafobia, trastorno mixto de la personalidad, con rasgos esquizoides y dependientes…- en el desempleo de su profesión habitual, acreditando cómo su enfermedad interfería en una profesión que conlleva capacidades de relación y empatía con terceras personas, el Tribunal Superior de Justicia le concedió un grado de incapacidad permanente absoluta con una pensión vitalicia del 100% de su base reguladora.

Hito también fue la concesión de una incapacidad permanente total para una paciente con distimia, un tipo de depresión muy difícil de diferenciar de la depresión que todos conocemos, también conocida como depresión persistente. A diferencia de la depresión, la distimia no se puede tratar con antidepresivos. Hasta que este caso se resolvió, la paciente -cuya situación se vio agravada por una colitis ulcerosa- agotó las prestaciones por desempleo y ya sólo percibía el subsidio para mayores de 52 años, tras una exitosa carrera en el ámbito de la coordinación de formación con un holgado salario.

La sucesión de bajas laborales de tipo temporal es una realidad habitual en este tipo de casos, lo cual lastra los presupuestos de la Seguridad Social, entorpece la competitividad del empleador e impacta en el bienestar emocional del trabajador, que alarga una situación incómoda para todas las partes sin una solución clara. Es por ello que resulta del todo crucial comprender cada caso y resolverlo en su justa medida, en el menor tiempo posible. En la actualidad, según los datos recogidos en el Informe de Incapacidad Laboral de Asturias, cerca de 30.000 asturianos reciben algún tipo de pensión por no poder trabajar.

Precisamente para sensibilizar sobre esta problemática y facilitar información, pedagogía y soluciones para todas las partes implicadas en estos procesos, Velázquez y Villa se esfuerza desde hace tiempo en la difusión altruista de su conocimiento a través de distintas iniciativas que pone a disposición de la sociedad asturiana. Un programa de actividades que en la actualidad se engloba dentro de su programa de Responsabilidad Social Corporativa “Compromiso Velázquez y Villa”. Con este programa espera profundizar en la sensibilización como clave para minimizar el impacto social de esta problemática, garantizar una calidad de vida digna para los afectados y proteger la competitividad y Sostenibilidad de nuestro sistema de bienestar.

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