«Mi nombre es Marcelino González y sufrí un accidente de tráfico grave en el 2001».
Un coche nos embistió frontalmente, rompiendo varios huesos del cuerpo, dientes y acabé ingresado en el hospital.
En realidad durante los primeros días sólo me preocupé de mi estado de salud y fue un familiar en una visita quien me recomendó acudir a un abogado por las posibles indemnizaciones y resarcimientos que pudieran devenir del accidente.
Está claro que la compañía de seguros no iba a pelear mucho a favor mío ya que se hacen favores unas a otras, y por consejo de mi familiar contacté con Velázquez y Villa para que llevaran mi caso.
Desde el primer momento me sorprendió el interés y la diligencia mostrados, porque como os he dicho, a mi me interesaba más recuperarme bien que las posibles ventajas económicas que pudiera obtener, y a pesar de que dejaba el tema de lado, ellos siempre estaban detrás mío para agilizar los trámites, cuando en el caso de otros abogados que he conocido era al revés, tú tenías que andar detrás de ellos.
El caso es que delegué todo en Velázquez y Villa, se encargaron de todo lo relativo a las indemnizaciones correspondientes a mi accidente, obteniendo el máximo rendimiento económico posible y sin que yo me tuviera que preocupar de nada más que de recuperarme. Analizando el caso en perspectiva me doy cuenta de todo lo que hubiera perdido si lo hubiera dejado en manos de la aseguradora, no hubiese obtenido casi nada.
Además, me quedaron secuelas y gracias a Velázquez y Villa pude obtener una minusvalía que me ha ayudado mucho en la faceta laboral.
Os recomiendo que si tenéis un accidente contéis con ellos.