Elegir mal el disfraz de carnaval…

Disfraces con consecuencias legales

Si tienes pensado disfrazarte de policia no contemples meterte demasiado en el papel y realizar alguna de las funciones que los agentes de la autoridad realiza como dirigir el tráfico. Si estás en el otro bandoy te disfrazas como ladrón con máscara, antifaz y armas de plástico una broma que se puede volver en contra tuya es fingir un atraco en cualquier establecimiento. Son prácticas delictivas reconocidas por la Ley y tipificadas como delito.

Los disfraces que se usan en Carnaval son muy variados, siendo el de Policía, Guardia Civil o cualquier otro profesional asociado a una indumentaria característica o un uniforme, los elegidos frecuentemente para acudir a las fiestas.

Esto no está prohibido siempre que no sean uniformes reales o réplica exacta sino disfraces. Por el contrario puede acarrear una multa a quien lo lleve.

Suplantar una identidad está penado pero aprovechando la coyuntura tratas de engañar, el tema se complica y puede incluso que el disfraz de preso sea real.

Disfrazarse de policía, bombero y demás cargos públicos

El  Código Penal contempla pena de prisión de uno a tres años si ejercemos “actos propios de una autoridad o funcionario público” y nos atribuimos carácter oficial.

Es decir que, si nos disfrazamos de policía municipal y se nos ocurre ponernos a dirigir el tráfico, o nos acercamos a un ciudadano y le pedimos que se identifique y que nos muestre su documentación, y lo hacemos de forma que con nuestra indumentaria y actitud le hacemos creer que estamos actuando en el ejercicio de nuestras funciones como policía, estaríamos cometiendo un delito de usurpación de funciones.

Si nuestro disfraz incluye un arma de fuego simulada, nos la pueden requisar además de ponernos una multa.

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Simular atracos

Simular en un sitio público una situación de peligro para la comunidad supondrá la comisión de un delito recogido en el artículo 561 del Código Penal y puede suponer una pena de hasta un año de prisión, y una multa, si como consecuencia de esta situación se produce una asistencia o salvamento.

Si el disfraz de atracador se usa para asustar, no a la comunidad, pero sí a una persona a la que se le hace temer por su integridad física, también puede ser motivo de imputación por un delito de amenazas que podría acarrear penas de prisión si la amenaza se considera grave.

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Brenda Equipo

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