En la actualidad existen algunas personas que se encuentran en una situación en la que, cotizaron a la seguridad social durante unos años y luego dejaron de hacerlo. Esta circunstancia no quiere decir que no se pueda acceder en un futuro a una prestación por parte del Estado. Existen diferentes posibilidades de conseguir que, en los años que le quedan hasta llegar a la edad de jubilación, se siga contribuyendo a la Seguridad Social y que finalmente puedan acceder a una prestación.
Existen diferentes posibilidades para ello:
1.- En primer lugar, y quizá la menos beneficiosa, existen las pensiones no contributivas. Este tipo de prestaciones se conceden a las personas que no consiguen llegar a los años suficientes de cotización para poder acceder a una pensión contributiva. Este tipo de prestación tiene el gran inconveniente de que, la persona interesada, tiene que solicitarlo año a año y, además, son prestaciones que se pierden en el momento de que el interesado sobrepase una serie de ingresos mínimos.
2.- Una segunda opción sería encontrar un nuevo trabajo. Es decir, conseguir completar el periodo mínimo exigido por la legislación de 15 años cotizando con un nuevo empleo. Este empleo puede ser tanto por cuenta ajena como por cuenta propia, ya que el objetivo es cotizar en la Seguridad Social.
3.- Otra opción, para aquellas personas que han perdido su trabajo por circunstancias ajenas a su voluntad, sería la de suscribir un convenio especial con la Seguridad Social. Este convenio consiste en que, esta persona tributa pero sin trabajar, sacando el dinero de ahorros, alquileres u otros medios. El objetivo. Es requisito imprescindible para poder suscribir este tipo de convenios con la Seguridad Social que se haga antes de que pase un año desde la fecha en la que se produjo la pérdida del trabajo o, en su defecto, desde la fecha en la que se produce el agotamiento del consiguiente desempleo.