En este caso, nuestra cliente es una mujer soltera y sin hijos, con un considerable patrimonio inmobiliario. Hacer testamento, en su caso, resulta fundamental porque sus relaciones con sus parientes más cercanos, hermanos, no son todo lo buenas que a ella le gustaría.

Tomar decisiones acertadas en relación a nuestro patrimonio es importante, a lo largo de toda nuestra vida e incluso, y en particular, para planificar lo que ocurrirá cuando ya no estemos. Cada caso es único y requiere una solución concreta.

El testamento de nuestra clienta le va a permitir decidir quién va a ser su heredero. Y gratificar así a quien le ha atendido y ayudado cuando en vida lo ha necesitado.

Pero esta inteligencia también nos debe llevar a organizar nuestro patrimonio en vida, para que nuestros futuros herederos no vean en nuestro legado un castigo.

Nuestra cliente así lo entendió. Nos encomendó nuestra intervención y evitamos que su heredero (un sobrino) tuviera que pagar en concepto de Impuesto de Sucesiones y Plusvalía más de 15.000 euros.