¿Qué es la artritis reumatoide?
La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune, crónica y progresiva que provoca la inflamación del revestimiento de las articulaciones, causando dolor, rigidez y pérdida de movilidad. Con el tiempo, puede generar deformidades y daño articular irreversible.
En el ámbito laboral, esta patología puede limitar de forma significativa la capacidad de trabajar, especialmente en profesiones que exigen esfuerzo físico, movimientos repetitivos o el uso constante de las manos. En estos casos, puede solicitarse una incapacidad laboral por artritis reumatoide o, en situaciones más graves, una incapacidad permanente.
Perfil de la persona afectada por artritis reumatoide
La artritis reumatoide suele aparecer entre los 30 y 60 años, aunque también puede manifestarse en etapas más tempranas. Afecta con mayor frecuencia a mujeres y personas con antecedentes familiares de enfermedades autoinmunes.
En el ámbito laboral, se observa con frecuencia en trabajadores que realizan tareas manuales, repetitivas o que implican esfuerzos articulares constantes. También puede afectar a profesionales de oficina que permanecen largos periodos en la misma postura.
Síntomas que provoca la artritis reumatoide
Los principales síntomas de la artritis reumatoide son:
- Dolor e inflamación articular persistente (especialmente en manos, muñecas, rodillas o pies).
- Rigidez matutina que puede durar más de una hora.
- Fatiga, debilidad general y fiebre leve.
- Deformaciones articulares progresivas.
- Dificultad para realizar tareas que requieren precisión o fuerza manual.
Cuando estos síntomas interfieren en las actividades diarias o laborales, pueden justificar una baja médica o incluso una incapacidad permanente total o absoluta.
Causas de esta enfermedad
Aunque no se conoce una causa única, la artritis reumatoide tiene un origen multifactorial:
- Predisposición genética, que aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades autoinmunes.
- Factores ambientales, como el tabaquismo, la exposición a productos químicos o infecciones.
- Factores hormonales, que podrían explicar su mayor incidencia en mujeres.
- Estrés físico o emocional, que puede agravar los brotes inflamatorios.
En algunos casos, la exposición laboral prolongada a determinadas sustancias o posturas forzadas puede empeorar la enfermedad.
¿Qué grado de incapacidad se reconoce por artritis reumatoide?
La artritis reumatoide incapacitante puede dar lugar a distintos grados de incapacidad laboral, en función de la afectación articular y de las limitaciones que provoca:
- Incapacidad Permanente Parcial: cuando las lesiones reducen el rendimiento laboral, pero no impiden trabajar en la misma profesión.
- Incapacidad Permanente Total: cuando el dolor, la rigidez o la pérdida de movilidad impiden ejercer la profesión habitual, aunque sea posible trabajar en otra con menor exigencia física.
- Incapacidad Permanente Absoluta: cuando la afectación articular y el dolor constante impiden realizar cualquier tipo de trabajo.
- Gran Invalidez: en casos excepcionales, cuando el paciente necesita asistencia de otra persona para las actividades básicas.
Grado de discapacidad por artritis reumatoide
El grado de discapacidad por artritis reumatoide depende del número de articulaciones afectadas, la limitación funcional y la frecuencia de los brotes inflamatorios.
En términos generales:
- La afectación leve puede suponer un grado de discapacidad inferior al 33 %.
- Cuando las limitaciones afectan la autonomía o la movilidad, puede reconocerse un grado igual o superior al 33 %, que da derecho a beneficios sociales y fiscales.
- En casos graves o con deformidades articulares permanentes, puede alcanzar el 65 % o más, lo que permite acceder a prestaciones complementarias.
Repercusiones de la artritis reumatoide en la vida profesional y personal
La artritis reumatoide crónica tiene un impacto profundo en la calidad de vida del trabajador:
- En el ámbito laboral: pérdida de fuerza, lentitud de movimientos, dificultad para realizar tareas manuales o mantener posturas prolongadas.
- En la vida personal: dolor constante, fatiga y limitación para actividades cotidianas.
- En el plano emocional: ansiedad, frustración y depresión por la pérdida de autonomía.
Cuando estas limitaciones son persistentes y no mejoran con tratamiento, se puede solicitar una incapacidad permanente por artritis reumatoide.
Otras enfermedades que pueden derivar en Incapacidad Permanente:
- Hernia discal: qué es, enfermedad profesional e incapacidad laboral
- Dermatitis de contacto: qué es y cuándo se considera incapacitante
- Hipoacusia: qué es y cuándo puede derivar en una incapacidad permanente
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Preguntas frecuentes sobre la artritis reumatoide y la incapacidad laboral
¿Cuándo la artritis reumatoide se considera enfermedad profesional?
La artritis reumatoide puede reconocerse como enfermedad profesional en casos excepcionales, cuando se demuestra que la exposición a agentes químicos, vibraciones o posturas mantenidas en el trabajo ha contribuido de forma significativa al desarrollo o agravamiento de la enfermedad.
¿Cuándo procede la baja laboral por artritis reumatoide?
La baja médica procede cuando los brotes inflamatorios o el dolor intenso impiden al trabajador cumplir con su jornada laboral. Su duración depende de la evolución de la enfermedad y la respuesta al tratamiento, pudiendo variar de semanas a varios meses.
¿Te pueden jubilar por artritis reumatoide?
Sí. Cuando la enfermedad impide desempeñar cualquier tipo de trabajo de forma estable, puede reconocerse una incapacidad permanente absoluta, que equivale a una jubilación anticipada por enfermedad.
¿Una persona con artritis reumatoide puede trabajar?
Depende del grado de afectación. En fases iniciales o controladas, algunas personas pueden seguir trabajando con adaptaciones. Sin embargo, cuando los brotes son frecuentes o las articulaciones están dañadas, puede ser necesario solicitar una baja laboral o una incapacidad permanente total.
¿Se puede solicitar la discapacidad por artritis reumatoide?
Sí. Puede solicitarse ante los servicios de valoración de discapacidad de cada comunidad autónoma. Es necesario aportar informes médicos, tratamientos y evaluaciones que acrediten la limitación funcional y el impacto en la vida diaria.
¿Qué beneficios sociales o fiscales tiene el 33 % de discapacidad por artritis reumatoide?
El reconocimiento de un 33 % de discapacidad otorga acceso a:
- Deducciones en la declaración de la renta.
- Bonificaciones laborales y adaptaciones del puesto de trabajo.
- Acceso a ayudas técnicas, transporte adaptado y prestaciones sociales.
- Ventajas en oposiciones y empleo público reservado a personas con discapacidad.
Esperamos que este post sobre qué es la artritis reumatoide y cómo puede derivar en una incapacidad permanente, te haya sido de interés.
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