¿Qué es la enfermedad de Parkinson?
La enfermedad de Parkinson es una patología neurológica degenerativa y progresiva que afecta al control del movimiento. Se produce por la pérdida de neuronas que generan dopamina, lo que provoca alteraciones motoras y, con el tiempo, también cognitivas. Su evolución es variable, pero suele avanzar de forma gradual, generando limitaciones funcionales cada vez más relevantes.
Perfil de la persona afectada por Parkinson
El Parkinson aparece con mayor frecuencia a partir de los 55-60 años, aunque también existen casos de inicio temprano. Afecta tanto a hombres como a mujeres, con ligera mayor incidencia en hombres. El perfil habitual presenta pérdida progresiva de precisión, lentitud en los movimientos y dificultades para mantener tareas que exigen coordinación, concentración o seguridad.
Síntomas del Parkinson
Los síntomas de la enfermedad Parkinson más comunes son:
- Temblor en reposo.
- Rigidez muscular.
- Lentitud de movimientos (bradicinesia).
- Inestabilidad postural.
- Dificultad para la escritura y tareas finas.
- Fatiga, rigidez matutina y problemas de equilibrio.
- En fases avanzadas, alteraciones cognitivas o del habla.
¿Cuándo se considera el Parkinson incapacitante?
El Parkinson se considera incapacitante cuando los síntomas generan una limitación funcional persistente que impide realizar el trabajo habitual con seguridad y eficacia. Se valora especialmente la afectación motora, la progresión de la enfermedad, la respuesta al tratamiento, la dificultad para tareas repetitivas, el riesgo de caídas y la imposibilidad de mantener un ritmo laboral estable.
Grados de incapacidad permanente en pacientes con Parkinson
Dependiendo de las secuelas, la enfermedad puede dar lugar a distintos grados de incapacidad:
- Incapacidad Permanente Parcial: si la enfermedad reduce el rendimiento, pero permite seguir trabajando.
- Incapacidad Permanente Total: cuando los síntomas impiden las funciones esenciales del puesto habitual.
- Incapacidad Permanente Absoluta: en fases avanzadas con afectación severa que imposibilita cualquier actividad laboral.
El grado depende de la evolución clínica y del impacto real en la capacidad funcional.
Repercusiones del Parkinson en la vida profesional y personal
En el ámbito laboral dificulta tareas que requieren precisión, coordinación, conducción, atención sostenida o manipulación de herramientas.
En la vida personal puede afectar a la autonomía, el descanso, la movilidad, la escritura y la participación social, especialmente a medida que la enfermedad progresa.
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Preguntas frecuentes sobre la incapacidad por Parkinson:
¿Se puede trabajar con Parkinson?
Depende del estadio de la enfermedad. En fases iniciales puede ser posible con adaptaciones, en fases moderadas o avanzadas, muchos trabajos resultan incompatibles.
¿Cuál es el tiempo de baja por Parkinson?
No existe un plazo fijo. Puede haber bajas intermitentes o prolongadas según la evolución y los brotes funcionales.
¿Se puede pedir la jubilación con Parkinson?
Sí, en casos de incapacidad reconocida o cuando se acredita un grado de discapacidad suficiente que permita el acceso a jubilación anticipada.
¿El Parkinson es una discapacidad?
Puede serlo. El reconocimiento depende del grado de afectación funcional, la autonomía y la repercusión en la vida diaria.
¿Si tengo Parkinson puedo pedir la invalidez?
Sí, cuando la enfermedad impide desarrollar el trabajo habitual o cualquier actividad laboral de forma estable.
¿Cuál es el grado de minusvalía por Parkinson?
No es fijo. Se determina caso por caso, atendiendo a la afectación motora, cognitiva y a la pérdida de autonomía.
Esperamos que este post sobre qué es el Parkinson y cuándo puede derivar en una incapacidad permanente, te haya sido de interés.
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