¿Qué son Lesiones Permanentes No Invalidantes?

Las lesiones permanentes no invalidantes (LPNI) son aquellas secuelas físicas o funcionales originadas por un accidente laboral o una enfermedad profesional, que no impiden al trabajador seguir desarrollando su actividad profesional habitual. Es decir, aunque dejan una huella física o psicológica permanente, no limitan de forma grave su capacidad laboral.

Estas lesiones son reconocidas por el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) y pueden dar lugar al pago de una indemnización a tanto alzado, pero no generan pensión por incapacidad permanente.

¿Qué diferencias hay entre LPNI e incapacidad permanente?

Para que entiendas de forma sencilla las diferencias entre incapacidad permanente y las lesiones permanentes no invalidantes te dejamos esta tabla:

Concepto Lesiones Permanentes No Invalidantes (LPNI) Incapacidad Permanente Naturaleza de la lesión Secuelas permanentes sin pérdida significativa de capacidad laboral Limitaciones que reducen o anulan la capacidad laboral Derecho a pensión No, solo indemnización única Sí, pensión mensual según el grado reconocido Actividad laboral El trabajador puede seguir realizando su trabajo habitual Puede limitar o impedir el desarrollo de la actividad laboral Procedencia Derivadas de accidente de trabajo o enfermedad profesional Puede derivar de cualquier contingencia (común o profesional) Gestión Reconocida y abonada por la mutua o INSS Evaluada por el EVI y gestionada por el INSS

Baremo de lesiones permanentes no invalidantes (LPNI)

El baremo de LPNI es una tabla oficial establecida por la Seguridad Social que asigna una cuantía económica fija en función del tipo de lesión sufrida.

Este baremo contempla una amplia lista de secuelas (como amputaciones parciales, cicatrices, limitación de movilidad, pérdida de visión parcial o pérdida auditiva) con su correspondiente importe indemnizatorio.

El baremo se actualiza periódicamente y tiene en cuenta factores como la edad y el impacto funcional de la lesión.

Aquí podrás consultar en el BOE el Baremo de Lesiones No Invalidantes y sus respectivas indemnizaciones.

¿Qué lesiones se consideran permanentes no invalidantes?

Algunos ejemplos de lesiones permanentes no invalidantes que suelen figurar en el baremo del INSS incluyen:

• Pérdida parcial de una falange o dedo.
• Pérdida leve de audición.
• Cicatrices visibles que no limitan funciones.
• Limitación leve de movimiento de una articulación.
• Fracturas con consolidación defectuosa pero sin repercusión laboral grave.

• Lesiones o pérdidas de órganos del aparato genital

• Desviaciones de tabique nasal o pérdida de piezas dentales.

Es fundamental que estas lesiones no impidan continuar con la actividad laboral habitual.

Prestación por Lesión Permanente No Invalidante

La prestación por lesión permanente no invalidante consiste en una indemnización a tanto alzado, pagada una única vez, y cuya cuantía depende del tipo de secuela y su valoración en el baremo.

Esta prestación puede ser gestionada por la mutua de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales o por el INSS, dependiendo de quién tenga asumida la cobertura de las contingencias profesionales.

La indemnización no está sujeta a IRPF y no se reconoce si la lesión deriva de contingencias comunes.

Relación entre LPNI e incapacidad laboral

Aunque no generen por sí solas una incapacidad permanente, las LPNI pueden ser el inicio de un proceso hacia esta, si con el tiempo se agravan o se suman a otras patologías. Además, el reconocimiento de una LPNI constituye un precedente médico y legal que puede facilitar una futura solicitud de revisión de grado de incapacidad.

Por tanto, es importante evaluar adecuadamente el impacto de estas lesiones y documentarlas médicamente, ya que podrían evolucionar hacia una incapacidad permanente parcial o total si afectan a la productividad o causan limitaciones acumulativas.

Requisitos para recibir una prestación por Lesiones Permanentes No Invalidantes

Algunos de los requisitos para recibir una prestación por LPNI son:

Requisito Detalle Origen profesional La lesión debe derivarse de accidente laboral o enfermedad profesional Reconocimiento médico Debe existir informe médico y valoración de la mutua o del INSS Existencia de secuela permanente La lesión debe dejar una secuela objetiva y duradera No debe haber incapacidad permanente La lesión no puede impedir el trabajo habitual Inclusión en el baremo Debe estar incluida o equiparable a alguna de las recogidas en el baremo oficial

Como has visto, sufrir lesiones permanentes no invalidantes puede no impedirte trabajar, pero eso no significa que debas renunciar a tus derechos. Este tipo de secuelas, aunque no generen pensión, sí dan derecho a una indemnización que compense el daño sufrido.

Además, si tu estado empeora o se agrava con el tiempo, podría ser el punto de partida para solicitar una incapacidad permanente. Conocer cómo funcionan estas prestaciones y cómo se relacionan con el sistema de Seguridad Social es clave para no quedar desprotegido.

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📝 Artículo revisado jurídicamente por

María Teresa Menéndez Villa

En este artículo hemos visto qué son lesiones permanentes no invalidantes y su relación con la incapacidad laboral. Esperamos que el contenido haya sido de interés y utilidad.

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