¿Qué es el glaucoma?
El glaucoma es una enfermedad ocular crónica que provoca un daño progresivo del nervio óptico, generalmente asociado al aumento de la presión intraocular. Este deterioro, si no se trata a tiempo, puede ocasionar una pérdida de visión irreversible y, en casos avanzados, incluso ceguera total o parcial.
Se trata de una de las principales causas de discapacidad visual en adultos, y cuando la pérdida de visión afecta al desarrollo del trabajo o a la vida diaria, puede dar lugar al reconocimiento de una incapacidad laboral por glaucoma.
Perfil de la persona afectada por glaucoma
El glaucoma suele aparecer en personas mayores de 40 años, aunque también puede afectar a jóvenes con antecedentes familiares o enfermedades oculares previas.
Las personas con hipertensión ocular, diabetes, miopía alta o con historial de lesiones oculares tienen mayor riesgo de desarrollarlo. En el ámbito laboral, es más frecuente en trabajadores expuestos a tensiones visuales constantes, luces intensas, o tareas que requieren una gran precisión visual.
Síntomas del glaucoma
Los síntomas más comunes son:
- Reducción progresiva del campo visual (visión periférica).
- Dificultad para adaptarse a la oscuridad.
- Visión borrosa o aparición de halos alrededor de las luces.
- Dolor ocular o cefaleas (en algunos tipos de glaucoma).
- Pérdida de agudeza visual central en fases avanzadas.
Estos síntomas pueden generar limitaciones laborales importantes, especialmente en profesiones que requieren una visión precisa, conducción, uso de maquinaria o trabajo con pantallas.
Causas y factores de riesgo
Las causas más frecuentes del glaucoma son el aumento de la presión intraocular y la degeneración progresiva del nervio óptico.
Entre los principales factores de riesgo destacan:
- Antecedentes familiares de glaucoma.
- Edad superior a 40 años.
- Enfermedades como la diabetes mellitus o la hipertensión arterial.
- Uso prolongado de corticoides.
- Lesiones o traumatismos oculares.
¿Cuándo se reconoce la incapacidad permanente por glaucoma?
La incapacidad permanente por glaucoma se reconoce cuando la pérdida visual afecta gravemente al desempeño profesional o impide realizar cualquier trabajo con seguridad y eficacia.
El INSS y el tribunal médico valoran la pérdida del campo visual, la agudeza visual binocular y el impacto funcional en las tareas laborales.
Por ejemplo:
- Una pérdida superior al 50 % del campo visual puede justificar una incapacidad total para profesiones que requieren buena visión periférica.
- La visión monocular o la pérdida de visión severa en ambos ojos puede dar lugar a una incapacidad absoluta.
Tipos de incapacidad reconocidos por glaucoma
Dependiendo de la gravedad y las secuelas visuales, el glaucoma puede dar lugar a distintos grados de incapacidad laboral:
- Incapacidad Permanente Parcial: cuando la reducción del campo visual dificulta ciertas tareas, pero no impide trabajar.
- Incapacidad Permanente Total: si la pérdida visual impide continuar en la profesión habitual (por ejemplo, conductores, técnicos o administrativos).
- Incapacidad Permanente Absoluta: cuando la visión está tan afectada que imposibilita cualquier trabajo.
- Gran Invalidez: si el afectado necesita ayuda para actividades básicas debido a la ceguera total o pérdida visual bilateral avanzada.
Repercusiones del glaucoma en la vida profesional y personal
El glaucoma impacta significativamente en la vida diaria y laboral del afectado.
- En el plano profesional, puede provocar errores por falta de percepción visual, caídas, accidentes laborales y limitaciones en tareas de lectura o manejo de pantallas.
- En el ámbito personal, la pérdida de independencia, la dificultad para conducir o reconocer rostros puede generar ansiedad y depresión.
Estas consecuencias pueden justificar una baja laboral por glaucoma temporal o incluso el reconocimiento de una pensión por incapacidad permanente.
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- Fibromialgia: qué es, enfermedad profesional e incapacidad laboral
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- Hernia discal: qué es, enfermedad profesional e incapacidad laboral
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Preguntas frecuentes sobre la incapacidad por glaucoma
¿El glaucoma puede considerarse una enfermedad profesional?
En determinados casos, sí. Si el glaucoma se desarrolla o agrava debido a condiciones laborales específicas (como exposición continua a radiación, tensión ocular oculares por pantallas o tareas visuales exigentes) puede ser reconocido como enfermedad profesional, dando acceso a mejores prestaciones económicas.
¿Puedo trabajar con glaucoma?
Depende del grado de afectación. En casos leves o bien controlados con tratamiento, es posible continuar trabajando con adaptaciones del puesto y revisiones periódicas.
Sin embargo, cuando la visión periférica o la agudeza visual se ven comprometidas, especialmente en profesiones de riesgo (conducción, maquinaria, vigilancia, sanidad), puede ser necesario solicitar una baja laboral o incapacidad permanente.
¿Cuándo el glaucoma se considera incapacitante?
El glaucoma se considera incapacitante cuando causa pérdida visual bilateral, reducción grave del campo visual o deterioro de la visión que impide realizar tareas laborales con seguridad.
¿Qué grado de discapacidad se concede por glaucoma?
El grado de discapacidad por glaucoma depende del nivel de visión residual:
- Leve: menos del 33 %, sin reconocimiento oficial.
- Moderado: entre el 33 % y el 64 %, que da derecho a beneficios fiscales y ayudas sociales.
- Grave: igual o superior al 65 %, lo que puede justificar una pensión no contributiva o reconocimiento de dependencia.
¿Cuál es el porcentaje que se puede conseguir con una pensión por glaucoma?
Cuando el glaucoma genera una pérdida visual permanente e irreversible que limita la capacidad laboral, puede reconocerse una pensión por incapacidad permanente.
El porcentaje de la prestación dependerá del grado de incapacidad:
- Total: 55 % de la base reguladora.
- Absoluta: 100 %.
- Gran invalidez: 100 % más complemento por ayuda de tercera persona.
¿Cuánto dura una baja laboral por glaucoma?
La baja por glaucoma depende del tipo de tratamiento y de la evolución de la enfermedad.
- En casos leves, puede durar entre 15 y 60 días, especialmente tras cirugías oculares.
- En casos de pérdida visual progresiva o bilateral, puede prolongarse hasta el máximo legal de 545 días, y derivar posteriormente en un proceso de incapacidad permanente si no se recupera la capacidad laboral.
Esperamos que este post sobre qué es el glaucoma y cuándo puede derivar en una incapacidad permanente, te haya sido de interés.
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