Reconocimiento de Incapacidad Permanente Total por Síndrome de espalda fallida

¿Estás buscando un ejemplo de incapacidad permanente por síndrome de espalda fallida? En este artículo, verás qué es el síndrome de espalda fallida, las causas, síntomas de esta dolencia y cómo puede afectar la salud o limitar la vida laboral.

Y también verás un caso real, con la historia de un cliente que sufría esta condición médica y cómo logró obtener el reconocimiento de incapacidad permanente total por síndrome de espalda fallida y el derecho a percibir una pensión vitalicia del 55% de su base reguladora.

Pero antes de ver el caso de éxito, veamos que significa esta dolencia.

¿Qué es el síndrome de espalda fallida?

El síndrome de espalda fallida es un término médico que describe la persistencia o aparición de dolor crónico en la espalda o las extremidades después de una o varias cirugías de columna.

Este síndrome no implica que la cirugía haya sido técnicamente incorrecta, sino que los resultados no han cumplido con las expectativas de alivio del dolor o incluso han generado nuevos problemas.

Incapacidad Permanente por Síndrome de espalda fallida

Síntomas del síndrome de espalda fallida

Los síntomas del síndrome de espalda fallida más comunes son:

  • Dolor persistente (crónico) en la zona lumbar o cervical.
  • Limitación de movilidad (caminar, inclinarse o girar el torso).
  • Entumecimiento y hormigueo en las extremidades afectadas.
  • Debilidad muscular en las piernas o brazos.
  • Espasmos musculares en los músculos cercanos a la columna afectada.
  • Alteraciones en la postura para aliviar el dolor.
  • Impacto psicológico (ansiedad, depresión o frustración).

Causas del síndrome de espalda fallida

Este síndrome puede desarrollarse debido a diversas razones relacionadas con la cirugía de columna o con factores previos y posteriores al procedimiento.

Las principales causas del síndrome de espalda fallida son:

Causa Descripción
Cirugías incompletas o inadecuadas Corrección parcial o errónea de problemas estructurales de la columna.
Formación de tejido cicatricial (fibrosis epidural) Tejido cicatricial que presiona los nervios espinales, generando dolor.
Implantes o dispositivos mal colocados Tornillos, placas u otros dispositivos colocados incorrectamente.
Lesiones nerviosas durante la cirugía Daño accidental a los nervios espinales durante el procedimiento quirúrgico.
Degeneración en segmentos adyacentes Problemas en discos o articulaciones cercanas a la zona operada.
Estenosis del canal espinal Estrechamiento progresivo del canal espinal que no mejora tras la cirugía.
Hernias discales recurrentes Nuevas hernias que aparecen en la misma u otras áreas de la columna.
Infecciones o complicaciones postoperatorias Inflamación o infecciones que afectan la recuperación del paciente.
Movilidad inadecuada durante la recuperación Sobrecarga o falta de rehabilitación que empeora el estado de la columna.
Dolor neuropático crónico Persistencia del dolor debido a daño nervioso irreversible.
Trastornos psicológicos Ansiedad o depresión que intensifican la percepción del dolor crónico.

Esta es la patología que tiene la cliente del caso de éxito de hoy. En este caso real explicamos cómo logramos la incapacidad permanente total para nuestro cliente que sufría del síndrome de espalda fallida y el derecho a percibir una pensión vitalicia de su base reguladora.


Reconocimiento de Incapacidad Permanente Total por Síndrome de espalda fallida en Asturias

Nuestro cliente trabajaba como gerente de seguridad privada, pero la gravedad de todas las dolencias que tiene diagnosticadas hacía imposible que pudiera seguir desempeñando su profesión, ya que tenía unas limitaciones muy severas de movilidad y experimentaba mucho dolor al hacer esfuerzos físicos.

Se operó hasta en dos ocasiones durante el año 2014, practicándosele una discectomía y artrodesis L5-S1, sin que el resultado de ninguna de ellas haya sido favorable.

Actualmente, presenta “síndrome de espalda fallida”. Su profesión habitual suponía unos requerimientos físicos que no era capaz de sobrellevar, como muchas horas sentado o de pie, lo cual sobrecarga su columna lumbar y perjudica la evolución de sus dolencias.

Aunque estuvo bastante tiempo de baja, era evidente que no era la solución, ya que no estaba capacitado para seguir trabajando. El 9 de febrero se celebró el juicio, y acreditamos con prueba documental y pericial el estado de nuestro cliente fue declarado en situación de incapacidad permanente total para su profesión habitual de gerente, por lo que será beneficiario de una pensión vitalicia del 55% de su base reguladora, en una de las sentencias de espalda fallida por incapacidad laboral.


Otros casos de Incapacidad Permanente Total por enfermedades

Después de ver el caso de éxito, veamos algunas cuestiones que nos suelen hacer sobre este tema.

Otras preguntas frecuentes sobre incapacidad permanente por SEF:

¿Cuándo se concede la incapacidad permanente total por síndrome de espalda fallida?

La incapacidad permanente total por síndrome de espalda fallida se concede cuando la condición impide realizar el trabajo habitual del afectado debido a síntomas graves como: dolor crónico persistente, limitación severa de la movilidad o complicaciones como fibrosis epidural o estenosis de canal, entre otras.

¿Cuál es el grado de discapacidad por síndrome de espalda fallida?

El grado de discapacidad por síndrome de espalda fallida varía según la severidad de los síntomas y su impacto en la calidad de vida. En casos leves, puede reconocerse un porcentaje inferior al 33%, mientras que, en situaciones graves con dolor crónico, limitación funcional y complicaciones importantes, el grado puede superar el 33% o incluso alcanzar un grado de minusvalía significativa que justifique una incapacidad laboral.

¿El síndrome de espalda fallida siempre justifica una incapacidad laboral?

No necesariamente. El síndrome de espalda fallida solo justifica una incapacidad laboral si los síntomas son graves y afectan significativamente la capacidad para trabajar. En casos leves o controlados con tratamiento, puede no ser suficiente para obtener una incapacidad permanente. Sin embargo, cuando el dolor crónico, la limitación funcional o las complicaciones como la fibrosis epidural interfieren con el trabajo habitual, es posible solicitarla.

Si tienes dudas sobre cómo gestionar una incapacidad laboral por síndrome de espalda fallida en Asturias o necesitas apoyo para presentar tu caso, en  Velázquez & Villa, somos especialistas en incapacidades y estamos disponibles para ayudarte.

Ponte en contacto con nosotros o📞 llámanos al +34 985 220 905, y analizamos tu caso de manera personalizada.


📝 Artículo revisado jurídicamente por

María Teresa Menéndez Villa


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